Las puertas de seguridad son el modelo por defecto que se vende en cualquier vivienda en España. Estas puertas tenemos que entender que son el modelo más básico de puerta de seguridad. Es mejor que una puerta de madera, pero en general, será una puerta que cualquier ladrón podrá abrir en pocos segundos.
Los principales problemas de seguridad de una puerta blindada empiezan por su cerradura
Como hemos comentado en diferentes artículos el bumping es una técnica muy extendida que permite a cualquier ladrón abrir una puerta en pocos segundos sin ruido y sin forzar la puerta. Este aspecto tenemos que entender que es crítico para el seguro ya que una puerta no forzada anulará la posibilidad de que el seguro nos cubra el robo. Para la aseguradora un robo en una vivienda en la que no se fuerza la puerta equivale a que nos hemos dejado la puerta abierta.
Diferencia entre robo y hurto
El robo es un acto con violencia. Podemos debatir mucho si entrar en la casa de una persona ajena ya es de por si un acto de violencia, pero la realidad es que si no hay signos claro de violencia, para la aseguradora habremos dejado la puerta sin cerrar.
En ese caso estamos ante un hurto. Un hurto es un robo sin violencia. Podemos pensar en un carterista que nos roba la cartela sin enterarnos. En esos casos las aseguradoras no cubren el metálico. Es decir, si alguien haciendo un bumping entra en nuestra casa y se lleva dinero de efectivo, normalmente no estará cubierto por el seguro. Posiblemente los objetos materiales si estarán cubiertos si fuera nuestro caso.
Prevenir mejor que curar
En general, ante este tipo de situaciones debemos revisar nuestro seguro para ver en que supuestos estamos cubiertos (hurto o robo) y sobre todo ver que cobertura tenemos ante un caso de hurto (un ladrón que entra en nuestra casa sin violentar la puerta) y ante la duda, cambiar nuestra cerradura por una que esté protegida ante el bumping.