Cómo elegir una puerta de seguridad


David Santamaría | 30. septiembre 2014

Muchas son las herramientas que ofrece el mercado de las puertas acorazadas y puertas blindadas para poder elegir una puerta de seguridad, pero… ¿por cuál de ellas decantarme en mi elección?

Por un lado están los Grados de Seguridad. Nos encontramos con puertas acorazadas y blindadas de GRADO 1 de seguridad, grado 2 de seguridad, grado 3 de seguridad grado 4 de seguridad grado 5 de seguridad y grado 6 de seguridad. Estos grados normalmente los referencian a la Normativa Oficial, la UNE EN 1627… pero hay un problema.

De la Norma UNE EN 1627 hay dos versiones, la del año 1999 y la del año 2011 y los requerimientos para estas dos Normas son muy diferentes, de tal manera que una puerta que era grado 5 según la Norma del año 1999, puede no llegar a grado 3 según la Norma del año 2011, por lo tanto debe estar muy atento/a.

Por otro lado, siendo la Norma del año 2011 la más exigente, debemos tener en cuenta que esta Norma no ensaya las puertas con respecto a determinados métodos de apertura. Por ejemplo, no ensaya las puertas a aperturas limpias como bumping, Tampoco ensaya las puertas de Borjas por el método de llave falsa. Los ensayos con brocas se realizan con brocas de dureza baja. No se ensaya con extractores. En definitiva, que los ensayos realizados son incompletos, no teniendo en cuenta los métodos más habituales de robo.

Entonces, para que sirve la Norma?. Si es la del año 1999 realmente para nada. Si tomamos como referencia la Norma del año 2011, nos sirve como base de toma de decisión, pero sólo como base. Es importante tener en cuenta que con esta Norma, al menos tenemos la garantía de un organismo externo y acreditado que ha realizado ensayos sobre dicha puerta de seguridad y que dicha puerta de seguridad supera unos estándares.

Pero, si la Norma UNE EN 1627 solo me sirve como base para la elección de mi puerta acorazada o puerta blindada… que referencia debo tomar para la elección?.

Para poder hacer una comparativa buena entre la seguridad que aportan unas puertas y otras hay que hacer una comparativa de los elementos que confirman la seguridad de la puerta y estos son:

Comparación de marco y puerta: grosor de la chapa exterior y de la chapa interior (si la incorpora), como está realizada la estructura de la puerta, grosor de acero del marco para llegar a los bulones y su espesor. Por otro lado, como están de protegidas las cerraduras.

Bloqueos de la cerradura: Verificar si las cerraduras tienen algún tipo de bloqueo en caso de ataque, en especial en caso de extracción del cilindro.

Resistencia de los cerrojos: la mayor parte de las cerraduras, ejerciendo una presión sobre los cerrojos de cierre entre 75 y 250 kg se abren, y esta presión con una pequeña pata de cabra se ejerce sin problemas. Recomendamos cerraduras con resistencias por encima de los 600kg.

Puntos independientes de ataque: la mayor parte de las cerraduras, atacando un punto, saltan todos los puntos a la vez. Aunque tengan 20 puntos, esto no es importante, lo importante es cuantos puntos independientes hay que atacar: A partir de 3 puntos independientes, empezamos a dificultar seriamente la apertura de las cerraduras por este punto. Con 5 puntos independientes es muy seguro.

Escudos de protección: Son un elemento fundamental en la seguridad. Los ladrones o los arrancan o los taladran, para llegar al cilindro o bombillo y abrir la puerta sin dificultad. Compare puntos de anclaje del escudo a la puerta, diseño, que puede facilitar o dificultar la extracción, espesores del escudo y resistencia al taladrado y fresado. Tipo de lenteja que incorpora (las suelen arrancar o fresar). Por muy buena que sea la cerradura, la puerta y el cilindro, si el escudo es débil, tenemos un problema.

Cilindros: la manera más fácil de abrir una puerta es con la llave. Entendemos como imprescindible que el cilindro sea patentado (ver cuando caduca la patente), que tenga control de copia de llaves (verificar si el protocolo es seguro y si en todos los centros lo cumplen), y que no sean bumpeables o ganzuables, que implicaría aperturas limpias sin dejar rastro, y que los materiales de construcción sean robustos y sensibles, que implicarán tecnología y resistencia.

Tenga en cuenta que la seguridad de la puerta será tan fuerte como lo sea el punto más débil, por lo que todos los puntos a los que hacemos referencia, deben estar equilibrados.

Suerte en su elección.



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