Dimensionar la seguridad en nuestra comunidad de vecinos


David Santamaría | 28. diciembre 2014

La seguridad en una comunidad se dimensiona de fuera hacia dentro

  • Hay que dificultar a los amigos de lo ajeno el acceso desde el exterior
  • Al poner barreras objetivas y subjetivas, discriminamos tipología de ladrones, y por lo tanto reducimos siniestralidad
  • De esta manera se mejoramos la efectividad de las inversiones realizadas.

La seguridad debe ser cómoda

  • La seguridad debe ser cómoda, ya que sino, se deja de usar, y deja de ser efectiva.
  • A mayor seguridad mayor incomodidad
  • Al incorporar medidas de seguridad, obviamente se reduce la comodidad, por ejemplo:
    • Abrir una puerta con llave es más incómodo que abrirla con manivela
    • Saber un código de una alarma es más incómodo que no tener que saberlo

La seguridad depende de la concienciación de los vecinos

  • Este es uno de los puntos críticos, ya que no todos tenemos la misma conciencia con respecto a la inseguridad, niños, pisos alquilados, plazas de garaje alquiladas, prisas… hacen que sea imprescindible depender del factor humano lo mínimo posible.
  • Si hay vecinos que abren indiscriminadamente las puertas de acceso, que reparten llaves o mandos a doquier, el nivel de seguridad se sustancialmente.

La seguridad también depende del orden, control, limpieza y entorno

  • Un entorno alejado y aislado es un entorno de mayor riesgo
  • Un entorno iluminado deficientemente es un entorno de mayor riesgo. Se recomienda utilizar iluminación con detectores de movimiento, que ahorran energía y disuaden a ladrones con miedo a ser cogidos infraganti.
  • Un entorno sucio y con desorden incita más al delito. Se recomienda llevar un mantenimiento eficiente en las comunidades y aledaños, y evitar situaciones de vandalismo menor como saltar rejas o vayas, pitadas dentro de la comunidad, etc.


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