¿Qué tipos de robos hay y cuáles son sus características?


David Santamaría | 12. octubre 2021

Para poder proteger tu hogar, primero es preciso conocer qué tipos de robos existen, así como sus características y cuáles son los elementos de la puerta que más ataques sufren.

Por ello, a continuación, nos centraremos en dar una definición de los tipos de robos, ver las diferentes formas que tiene un ladrón sobre cómo abrir una cerradura de puerta y, así, poder aportar posibles soluciones para disfrutar de la tranquilidad que su familia merece.

Definición de robo

Antes de nada, ¿qué le parece si aclaramos qué es un robo y qué es un hurto? Así de este modo sabremos cuáles son las características y consecuencias de cada uno, y qué dice la ley al respecto.

¿Qué es robo y qué es hurto?

El robo es un delito que viene recogido en el Código Penal español (más específicamente en el artículo 237). Y, en él, se define como el delito que se lleva a cabo para apoderarse de cosas ajenas empleando la fuerza, la violencia o la intimidación a otras personas.

Estas condiciones, se aplican tanto para acceder al lugar donde se encuentran los objetos que se desean robar, como para huir del mismo.

¿Y qué es un hurto? Su definición la encontramos en el artículo 234 del Código Penal. Consiste en tomar cosas ajenas sin la voluntad de su dueño y, a la vez, sin emplear fuerza, violencia o intimidación.

Características de un robo

Tal y como puede ver, la diferencia entre robo y hurto radica en los métodos empleados para hacerse con un botín. Si hay fuerza, violencia o intimidación es robo y si no, es hurto. No obstante, las características de un robo son:

  • Escalamiento.
  • Rotura de pared, techo o suelo.
  • Fractura de puerta o ventana.
  • Fractura de armarios u otro tipo de muebles cerrados o sellados.
  • Uso de llaves falsas.
  • Inutilización de sistemas específicos de alarma.

Tipos de robo

Antes de pasar a ver los tipos de robos, conviene destacar que estos han evolucionado de forma muy acelerada en los últimos años. Es decir, hasta la aparición de internet, los tipos de robos estaban sobre todo basados en la violencia.

La mayoría de asaltos se producían por apalancamiento. Así conseguían separar el marco de la puerta y entrar. Sin embargo, desde que apareció Internet y la información en la red juega un papel protagonista en nuestras vidas, los robos se han profesionalizado enormemente.

A día de hoy, los ladrones pueden ver vídeos sobre cómo abrir una puerta sin emplear la fuerza e incluso tienen acceso a herramientas y técnicas que usan los propios cerrajeros.

Dicho esto, veamos los tipos de robos más frecuentes y de los que debemos protegernos para mantener a salvo nuestro hogar.

Los podemos calificar en dos tipos: aperturas limpias y aperturas forzadas. Las aperturas limpias son aquellas que no deja reastro, y que para ejercerlas no se ha tenido que romper nada. Por ejemplo:

  • Bumping. Este es uno de los más frecuentes, y consiste en golpear la cerradura para que el bombín salte y la puerta se abra con total facilidad.
  • Impressioning. Este otro se basa en introducir una lámina especial, capaz de calcar la silueta de la llave para luego fabricar una similar y poder entrar con normalidad a la casa.
  • Robo por ventana. Nos encontramos ahora con un ejemplo de robo simple, que nada tiene que ver con las cerraduras. En este caso, los ladrones trepan por las paredes para poder acceder a la vivienda por ventanas o balcones.
  • La ganzúa. Como su nombre indica, en esta ocasión para abrir la puerta basta con introducir una ganzúa et voilá. Si no está la llave echada, la puerta se abrirá con facilidad.
  • El imán. ¿Y si las llaves están echadas y puestas? Este otro tipo de robo permite, a través de un imán, abrir la puerta de la casa. Es más complicado, pero es cierto que hay ladrones muy preparados.
  • El clásico: la radiografía. Solo funciona si no está la llave echada y podría considerarse otro ejemplo de robo simple. Basta con introducir una lámina de plástico entre el hueco de la puerta y la cerradura y los ladrones estarán dentro.

Por su parte, las aperturas forzadas son aquellas en las que se rompe. Son más violentas y dejan rastro, como por ejemplo son apalancamiento, ataques a los dispositivos de cierre, extracción de la puerta, etc.

Ejemplos de robos

Veamos ahora algunos ejemplos de robos reales basados en los tipos que hemos mencionado antes.

En el caso del bumping, cabe destacar que existen cerraduras antibumping que pueden evitar este tipo de asaltos. Así, por ejemplo, un ladrón que vaya a intentar entrar en una casa a través de esta técnica y se encuentre con una cerradura de este tipo, no podrá conseguir su objetivo.

Igual ocurre con el impressioning. Estas cerraduras son efectivas para ambos tipos de robos.

Para el resto, es recomendable dejar siempre la llave echada y puesta. Esto dificulta el acceso al ladrón y, en caso de escuchar ruidos sospechosos, hay tiempo suficiente para llamar a la policía.

No obstante, los ejemplos de robos más frecuentes son los métodos que atacan al bombín y a la cerradura, mientras que los menos son los que recurren al apalancamiento y los que se basan en hacer copia de llaves.

Sea como sea, la prevención en estos casos juega un papel clave. Y, para ello, lo ideal es contar con puertas de elevado grado de seguridad, como por ejemplo las puertas acorazadas.



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